Prebióticos y probióticos: diferencias y cómo utilizarlos para la piel
Últimamente están apareciendo productos para ayudar a proteger la piel y proporcionarle las defensas que necesita. Es cierto que algunos factores internos o medioambientales suelen causar un deterioro de la piel que al cabo de un tiempo puede ocasionar molestias crónicas. Una opción para mejorar el estado de la piel es mediante la aplicación de una crema prebiótica, es decir, un producto que está compuesto por unas fibras vegetales que sirven para ayudar a proteger la barrera cutánea. Gracias a las investigaciones dermatológicas, se ha demostrado que algunos microorganismos ayudan a restablecer el microbioma de la piel.
¿Qué son los prebióticos?
La incorporación de cremas prebióticas en las rutinas de cuidados diarios favorecen el crecimiento de bacterias beneficiosas que se encuentran en la piel. Estos microorganismos se alimentan de estas bacterias para que proliferen y puedan hacer frente a los agentes externos que provocan cualquier alteración en la piel. Además, existen muchos prebióticos que ayudan a la piel y aparecen de forma natural en algunos alimentos cotidianos. Los alimentos prebióticos más beneficiosos y que ayudan a mantener la piel saludable son:
- Oligosacáridos: alimentos compuestos de azúcares como los tomates, la leche, la cebolla, la cebada, el centeno y el ajo.
- Inulina: puedes encontrarla en las alcachofas, el trigo, la avena, la cebada, el ajo y el puerro.
- Galactotriosa: se encuentra concentrada en el plátano, el tomate, el espárrago o la raíz de achicoria.
- Lactulosa: todos los productos que contengan leche, como el yogur, queso, nata o chocolate con leche.
La naturaleza provee al ser humano de los componentes esenciales para cuidar su piel, y esto es lo que sucede con los prebióticos. Por otra parte, están los probióticos, otro tipo de bacterias que también ayudan a la piel, pero con algunas diferencias respecto a los prebióticos.
¿Qué diferencia hay entre probióticos y prebióticos?
En alguna ocasión, habrás escuchado las palabras prebióticos y probióticos, por lo que te habrás planteado a qué hacen referencia estos términos. La principal diferencia entre prebióticos y probióticos es que estos últimos están formados por una serie de microorganismos que ayudan a la digestión de los alimentos. Mientras que los prebióticos están compuestos de una fibra que facilita y estimula los microorganismos que habitan en el intestino.
Beneficios de los probióticos para la piel
Los probióticos aportan grandes beneficios a la salud de una persona, por el hecho de que están compuestos por microorganismos vivos que facilitan el tránsito intestinal. Su función principal es la de equilibrar la flora del intestino. Por algunos motivos como la toma de medicamentos, enfermedad o malos hábitos alimenticios se ha alterado y ha acabado provocando algún tipo de molestia. Por ello, en la siguiente lista aparecen los beneficios más destacados de los probióticos:
- Estabilización del equilibrio de la flora intestinal.
- Estimulación de las defensas del cuerpo.
- Reducción de la dermatitis en lactantes.
- Reducción del estreñimiento.
- Frena el acné.
- Protección de alergias alimentarias.
Manteniendo el interior sano y equilibrado, podrás lucir y mantener la piel con un aspecto más saludable durante más tiempo. Por el hecho de que la ingesta de productos probióticos facilitan el cuidado necesario para tu piel.
Beneficios de los prebióticos para la piel
Para comprender un poco mejor los beneficios de las cremas prebióticas, es recomendable conocer su composición principal. Algunos componentes de naturaleza orgánica ayudan a mejorar el estado de la piel, ya que contienen propiedades que favorecen y previenen de cualquier desajuste en la dermis. Por este motivo, los prebióticos son unos componentes alimenticios que facilitan la proliferación de bacterias beneficiosas, las cuales pueden ser incorporadas en cremas para ayudar a reequilibrar la microflora cutánea. Por ello, los beneficios de los prebióticos para la piel son:
- Estimulación del sistema inmunológico.
- Ayudan a la absorción de vitaminas y minerales.
- Evitan el daño celular de la piel.
- Favorecen la flora del microbioma.
- Regeneran y disminuyen la piel con acné.
- Ayudan a la cicatrización.
Aunque puedes encontrar los prebióticos en algunos alimentos, también puedes encontrar algunos productos de uso cutáneo para su aplicación. Un ejemplo de ello es la crema protectora prebiótica de Halibut, que te permite hidratar, reparar y proteger la piel desde el primer día para poder recuperar los niveles normales de hidratación y mejorar la reepitelización de la piel irritada. Todos estos beneficios son gracias a la base de prebióticos que contiene para aumentar la resistencia de la piel frente a los cambios que pueda sufrir por cualquier causa.
En conclusión, los especialistas recomiendan el uso diario de una crema prebiótica porque ayuda a mantener la piel equilibrada y protegida de agresiones internas y externas. Además, recomiendan cuidar la barrera cutánea, ya que el empleo de productos de higiene, la contaminación, la alimentación o el estrés pueden provocar alteraciones en la barrera natural de la piel.
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