Cuidar la piel de tu bebé en verano
Higiene diaria: Deben evitarse los baños con agua demasiado caliente, el exceso de jabón, talcos y cremas demasiado grasas que puedan tapar los poros.
La protección solar: La protección solar es imprescindible antes de salir al aire libre, no solo al sol. Así que, para que su efecto actúe correctamente, debe aplicarse media hora antes de salir de casa con una capa gruesa y sin dejar ninguna zona descubierta utilizando un factor FPS 40 ó 50. Renovar cada dos horas como mínimo, y después de cada baño. En caso de alergias al sol o piel atópica, consultar con el pediatra las pautas a seguir.
Hidratación: Es muy importante mantener la piel del bebé hidratada mediante el uso diario de cremas hidratantes específicas para evitar irritaciones. Además de hidratarla con frecuencia y evitar salir al aire libre en las horas de extremo calor la pomada protectora Halibut Regeneradora Infantil refuerza la protección natural de la piel cada día para prevenir posibles problemas cutáneos. Su fórmula normaliza, rehidrata y, gracias al óxido de zinc, crea un efecto barrera que mantiene la piel a salvo de la acción de agentes externos.
Tratamiento: En caso de que aparezcan brotes, además de hidratarlos, se deben utilizar tratamientos para aliviar los síntomas. Además la pomada regeneradora Halibut Infantil aunque no es un tratamiento para aliviar los síntomas de los brotes normaliza el equilibrio natural, cuida las irritaciones, rehidrata, refuerza la barrera cutánea y restaura la piel gracias a su fórmula a base de vitamina A, lanolina y óxido de zinc.
Ropa: Durante el verano, es necesario mantener al bebé fresco y seco en todo momento y evitar el uso del pañal siempre que sea posible. La forma de conseguirlo es vestirlo con ropa ligera y fresca de tejidos suaves y naturales que permitan la transpiración y eviten que sude demasiado.
Humedad ambiente: En zonas muy secas es conveniente el uso de humidificadores para evitar la sequedad y la irritación de la piel y las mucosas.
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