El color rojo, signo de alarma también en nuestra piel
Las pieles sensibles se caracterizan por responder de forma exagerada a las agresiones internas o externas, y esta es una reacción visible que nos puede avisar de que algo no funciona correctamente y podremos así solucionarlo.
Tener la piel enrojecida no es algo excepcional pero no debería ser normal. Si los capilares de nuestra piel (las pequeñas venitas de la capa más superficial de la misma) se dilatan, es cuando la piel adquiere ese color rojo formado por pequeños puntitos. Este aspecto puede ser temporal, como el rubor, o algo más permanente, que debe ser tratado con productos dermatológicos y otras recomendaciones que detallaremos a continuación.
Tipos de rojeces:
Temporal: un rubor que puede ser provocado por agentes internos, comida picante por ejemplo o externos como un cambio brusco de temperatura.
Difusa pero permanente: denominada “eritrosis” normalmente está localizada en la zona de las mejillas y nariz.
Permanente y marcada: cuando los vasos sanguíneos se han dilatado de forma permanente e incluso se pueden inflamar o infectar (Rosacea)
¿Qué puede producir el enrojecimiento de la piel?
Muchos factores nos pueden jugar en contra y aunque hay cierta predisposición genética (las pieles claras, por ejemplo, suelen ser más sensibles y lógicamente las alteraciones de color son más visibles) existen muchas otras causas que podemos evitar si tenemos la piel sensible o con tendencia a rojeces. La ingesta de alcohol, alimentos picantes, comidas o bebidas demasiado calientes, cambios bruscos de temperatura o el estrés y los cambios hormonales son algunas de las causas que pueden provocar el enrojecimiento de la piel.
Halibut pomada regeneradora
Si las rojeces están alterando el aspecto de nuestra piel y nos provocan sequedad, tirantez y picores lo podemos tratar con Halibut Pomada Regeneradora.
Específicamente diseñada para restaurar la barrera cutánea de las pieles frágiles y sensibles, está formulada con ingredientes que reducen y controlan los picores, calmando la piel y disminuyendo las rojeces. Aplícala 2 ó 3 veces al día sobre la zona limpia y seca y procura evitar el uso de jabones, cremas con perfume y otros agentes irritantes.
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