Microbioma: ¿qué es y cómo cuidarlo?
La piel es el órgano más grande del cuerpo. Su principal función es la de proteger al organismo de factores externos (bacterias, sustancias químicas, altas y bajas temperaturas, etc.). De ahí la necesidad de mantenerla siempre en el mejor estado. Hoy vamos a conocer qué es el microbioma de la piel y cómo puede afectar en la misma.
La piel está formada por tres capas: epidermis, dermis e hipodermis. Cada una de ellas está compuesta por una serie de células diferentes. Precisamente en la primera de ellas, la epidermis, la más fina y externa, se halla el microbioma cutáneo. Veamos a continuación qué es y para qué sirve.
Qué es el microbioma de la piel
El microbioma está formado por millones de microorganismos que contribuyen a que tu piel se mantenga sana, resistente y brillante. Su función es la de protegerla, ya que actúa como una barrera que no deja penetrar las sustancias exteriores u otros microorganismos de carácter patógeno. A su vez, el microbioma fortalece el sistema inmune y te protege frente a la radiación UV. Por tanto, se trata de una primera línea de defensa de tu cuerpo.
El microbioma se genera inmediatamente tras el nacimiento. De hecho, es una etapa de la vida en la que la piel requiere de una mayor atención y fortalecimiento. Cada persona posee un microbioma único. Sin embargo, cuando este microbioma presenta desequilibrio debido a una serie de factores o agentes externos, la salud y la resistencia de tu piel se resienten.
Qué factores pueden alterar el microbioma de la piel
El cuidado del microbioma cutáneo es fundamental, ya que de lo contrario tu piel se verá afectada. Hay diversos factores que pueden provocar un desequilibrio en el microbioma. En este caso, habría que señalar factores fundamentales como los rayos UV, la contaminación, los episodios de estrés, el cambio de pH de la piel o la edad. Todos ellos son los principales causantes de que el microbioma de la piel cambie, se altere o pierda su equilibrio natural.
También existen otros factores muy habituales y que, en muchas ocasiones, pasan totalmente desapercibidos. El uso de productos que irriten la piel durante la higiene (champús, geles, cremas no naturales, etc.) y una alimentación basada en grasas no saludables y azúcares pueden provocar que el microbioma cutáneo se altere y no cumpla su función.
Qué ocurre si se altera el microbioma de la piel
Al verse alterado el microbioma con algunos de los factores anteriormente expuestos, tu piel se verá mucho menos protegida frente a los agentes externos. Esta situación puede provocar la aparición de problemas de acné, dermatitis atópica, psoriasis u otros trastornos relacionados con la piel.
Por otro lado, el desequilibrio del microbioma está relacionado con la presencia de piel seca y sensible. No en vano, esta situación hace que los patógenos y alérgenos externos puedan penetrar más fácilmente en tu piel, aumentando su sensibilidad.
Cómo cuidar el microbioma de la piel
Un estilo de vida saludable es la solución idónea para que el microbioma cutáneo no se vea alterado. Una alimentación rica en frutas, verduras y grasas saludables, junto a la práctica de ejercicio físico y a una óptima hidratación contribuyen a que tu cuerpo disfrute de un mayor bienestar.
Al mismo tiempo, es necesario evitar los episodios de estrés, la contaminación ambiental, el tabaco y el consumo excesivo de alcohol. De hecho, la nicotina es uno de los elementos más perjudiciales para que tu piel siga cumpliendo su función protectora.
Productos específicos para el cuidado del microbioma cutáneo
Un apartado fundamental a la hora de mantener sano el equilibrio del microbioma es el uso de productos de higiene y cuidado específicos. El producto de Halibut Crema Protectora Prebiótica es un claro ejemplo de ello. Te ayuda a reparar, restaurar y proteger la piel frente a los agentes externos. Gracias a que no contienen parabenos, sulfatos ni colorantes, disfrutarás de una piel más hidratada y contribuirás a que el microbioma de la piel no pierda su equilibrio.
El microbioma de la piel es, por tanto, un conjunto de microorganismos que se encargan de proteger tu piel de los agentes externos. Sin embargo, este microbioma puede verse afectado por diferentes factores, lo que provocará que no cumpla a la perfección sus funciones y tu piel se vea afectada.
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